viernes, 2 de marzo de 2012

ONE CLUB MAN

Pasarán décadas y el nombre de Paul Aaron Scholes seguirá transmitiendo lo mismo al aficionado inglés, al aficionado global que admire el buen fútbol, ese en el que la apuesta de disfrutar prima por encima de todas.


Viviendo una segunda juventud desde el 8 de Enero, se cuenta que el diablo pelirrojo no aguantaba estar
sentado en el sofá de su casa viendo como desaparecía la zona de creación en Manchester, en su United.
Ferguson tenía un problema: Desde que perdiera a Scholes este verano, no habia funcionado ningún
sustituto/experimento en la función de elaborar juego. No pudo Anderson, se evaporó Gibson, Carrick tiene contención y juego preciso en corto, pero poco más... Lo intentó Giggs, otro meritorio viejo rockero,
incluso vimos a Wayne Rooney durante los primeros meses de invierno atrasar su posición, hasta aparecer
de mediapunta o incluso desde más atrás. Era evidente, Sir Alex no conseguía solucionar su problema.

Por eso llegado el mercado invernal, después de Reyes para ser más exactos, la visita del técnico escocés
a su eterno alumno era una obligación. Pocos minutos duró la conversación más allá del afectuoso saludo
entre ambos y la propuesta del entrenador al mediocentro. Antes de terminar dicha cuestión, Paul Scholes
ya tenía la sonrisa entreabierta, Ferguson lo miró e imaginó que todo estaba saliendo bien, y así era.
Por suerte para Sir Alex, por suerte para la Premier League, y por encima de todo, por suerte para la afición del Manchester Utd. Esa afición que vió como compraban las acciones de su Club contra el clamor popular, contra su voluntad. Por fín una buena noticia para empezar el año: Paul volvía al Teatro.


Como todo problema habían buscado una solución. Podía no ser esa, podían estar equivocados,
y tal vez ese mediocampista ya estaba curtido en tantas batallas que su físico no daría más de sí.
Gran parte de la prensa, incluso dejaba caer que más que solución iba a ser otro problema. Podía ser así...

Dos meses después de su regreso -segunda parte en FA Cup v. City- el genio está dejando claro que no ha
vuelto para pasearse. Quiere evitar debates absurdos sobre su capacidad para manejar hoy día el rumbo
de este ManU. Si todos veían que el equipo andaba perdido hasta su llegada, hace 54 días, me pregunto:
¿Cómo alguien puede dudar de un tipo que maneja el balón y la mente con tanta capacidad?
Después de 19 años jugando a un gran nivel en lo más alto del deporte, disputando siempre títulos como
la Champions o la Premier League, y cada temporada igualando o mejorando su aportación al conjunto.
Recuerda mucho al caso de Andrea Pirlo, eso sí, en Ligas que son polos opuestos y con la salvedad
que Scholes perteneció toda su carrera a un mismo club. El 18 de Old Trafford, el 22 de ahora.


Seguramente estos 2-3 meses de competición que le quedan a los red devils sean los últimos, de manera
definitiva, en la carrera del organizador inglés. Está siendo un regalo esta breve visita a lo que siempre fué
su hogar, el terreno de juego. No consiguió olvidarse del 105x68 ni tan siquiera unas semanas, unos meses.
Su mente, incapaz de olvidar los kilómetros recorridos con o sin esférico por el césped. Su cuerpo, incapaz
de permanecer sentado frente a un televisor cuando juega su equipo. Su reto, volver. Mil gracias Paul.


La sencillez es la clave de la regularidad si ya naciste con talento.

3 comentarios:

  1. Que jugadorazo ! Para cuando una de Cantona ?

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  2. Infinito Scholes! Haber si en este mes puedo dejar una de Cantona :D Saludos

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  3. Muy bueno,de verdad,muy bueno...cuando un jugador al que todos daban por acabado vuelve y hace lo que está haciendo es pa quitarse el Sombrero...y lo más difícil es hacerlo en el campo que lo está haciendo....EL TEATRO DE LOS SUEÑOS...PEDAZO DE CAMPO...El Tío Javi

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